La estabilidad de la molácula de RNA aumenta mucho si, de forma similar
a como ocurre con el DNA, las bases hidrofóbicas pueden ocultarse del
medio acuoso. Esto puede ocurrir mediante formación de puentes de hidrógeno
entre bases complementarias aunque, a diferencia del DNA, ambas bases
pertenecen a la misma cadena de RNA.
Es decir, la cadena se pliega sobre sí misma en zonas donde las secuencias
son parcialmente complementarias, formando tramos cortos de doble hélice:
Aquí vemos, como ejemplo, la estructura del RNA ribosómico
5S de Xenopus laevis (formado por 128 nucleótidos). Otros RNAs son
mucho mayores y adoptan estructuras más complejas.
En el caso de rRNAs y tRNAs, es común que gran parte de la molécula presente secuencias complementarias que permiten este tipo de plegamiento.
Modelo espacial compacto.
Esqueleto (hidrofílico, polar) y bases (hidrofóbico, apolar).
Se puede ver cómo algunas bases, al no tener una base complementaria enfrente, se vuelven hacia el exterior de la molécula.
Veamos más de cerca uno de los bucles o puntos donde la cadena vuelve
sobre sí misma, el extremo de un tramo en doble hélice:
1º) parar la rotación;
2º) ir pulsando sucesivamente los botones siguientes
3º) reanudar la rotación.
Obsérvense los pares de bases
(enfrentadas en el mismo plano) y las
bases del bucle, no apareadas.